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Conversando con Tejeda me di cuenta que podría tener la razón, o mejor dicho que estaba equivocado.
Me explico. Uno puede darse cuenta como la gente llega a las mismas conclusiones por medio de diversas experiencias. Las cosas nos van describiendo verdades, inevitablemente, absolutas.
Otra cosa es, cuando uno descubre o concluye algo, puede entender las ideas que exponen otras personas. En términos más amplios: uno descubre al maestro -maestros- sólo cuando esta listo; y la vida siempre se encarga de ponernos alguno.
Con esa breve explicación quería dejar claro las relaciones que existen en esto. El sentimiento de que todo constructo, idea o razón carece de sentido en la creatividad. Y como la verdad rehuye inevitablemente de la razón humana.
Los sentimientos siempre apuntan a una percepción real, y una conexión directa con la psique. Las sensaciones que tratan de ser independientes del espacio cultural aciertan en la creatividad y reafirman la espiritualidad. Conexiones inherentes en un ejercicio de meditación sugestionada con THC, en donde cada pensamiento trata de reducirse a la mínima expresión y la frase "quedar en blanco" adquiere sentido. Esta carencia de bases sobre nuestra psique, nos libera a ella.
Tejeda comentaba como el diseño inconciente siempre es creativo, y comparto plenamente sus afirmaciones. La conciencia y necesidad de orden, nos obligan a pensar con constructos que pre-establecen y estructuran nuestro mundo, segando la poca luz que recibimos para iluminar nuestras creaciones.
La creatividad se debe a sensaciones puras. Expresiones que alimentan el alma y conectan la de los demás al éter que conforma la apreciación espiritual de la realidad, y expresa el artista.
En los limites de ese espectro existe un nivel que nos muestra cosas realmente valiosas. Pero esa mañana la necesidad de expresar aquello, y el vacío propuesto en el argumento de los demás dejaba una sensación de incomprensión y perdida de tiempo -que particularmente detesto-. Esa incapacidad de escuchar y no sólo oír lo que los demás te tienen que decir, desconecta las conversaciones y me deja perdido en las ideas; por que cada uno comenta lo que cree sin ni siquiera cuestionarse lo que le dice el otro.